En pleno corazón de Madrid, la Estación de Atocha es mucho más que una infraestructura de transporte: es un testigo silencioso de la evolución de una ciudad y de todo un país. Desde su apertura en 1851 como terminal de la línea Madrid-Aranjuez —la primera estación de ferrocarril de la capital— hasta su papel actual como nudo central de la alta velocidad española, Atocha ha encarnado el espíritu de conexión, innovación y progreso.
Un pasado con visión de futuro
Atocha nació con un propósito claro: conectar el eje norte-sur de la península sin fracturar el entramado urbano de Madrid. El ingeniero José Almazán fue clave en esa decisión, al proponer una ubicación que evitaría grandes expropiaciones, permitiendo un desarrollo ferroviario armónico y sostenible. A pesar de las críticas iniciales, Atocha no solo demostró su funcionalidad estratégica, sino que se consolidó como el corazón ferroviario de la capital.
Durante los siglos XIX y XX, la estación evolucionó junto a Madrid. Resistió incendios, atravesó guerras, incorporó el tranvía, se modernizó en varias etapas y, con cada desafío, reforzó su papel como motor de movilidad y símbolo de resiliencia.
La era del AVE y la Estación de las Máquinas
En 1992, Atocha volvió a reinventarse con la llegada del AVE. El histórico edificio se transformó en una monumental estructura de vidrio y acero que sorprendió por su modernidad, funcionalidad y belleza arquitectónica. Nacía así «La Estación de las Máquinas», referencia a su diseño vanguardista y a su rol en una nueva etapa de conectividad nacional.
El presente: una nueva transformación para el siglo XXI
Hoy, más de 170 años después, Atocha se prepara para otro gran salto hacia el futuro. Adif impulsa una ambiciosa reforma integral que modernizará la estación para responder a las crecientes demandas de movilidad y sostenibilidad.
En Tecmelec, nos enorgullece anunciar que formamos parte de este proyecto histórico mediante la modernización del sistema eléctrico de la estación, una infraestructura clave para garantizar su operatividad eficiente y adaptada a los estándares tecnológicos más avanzados.
Una estación más accesible, funcional y sostenible
La intervención incluye:
- Nuevos accesos desde la glorieta de Carlos V, mejorando el flujo de viajeros.
- Revalorización de la marquesina histórica, que será restaurada y transformada en un acceso prioritario.
- Ampliación de espacios peatonales y comerciales que enriquecerán la experiencia de los usuarios.
- Mejoras en la circulación interna que optimizarán tiempos y recorridos dentro del complejo ferroviario.
Esta actuación específica supone una inversión de 66,96 millones de euros, pero es solo una parte de un plan mayor que contempla más de 730 millones de euros para transformar la estación en un nodo pasante subterráneo que unirá el norte y el sur del país mediante la red de alta velocidad, con una nueva estación bajo la calle Méndez Álvaro y la actual Atocha.
Un compromiso que va más allá de la ingeniería
Para nosotros, no se trata solo de una obra técnica. Es una oportunidad única de contribuir con nuestra experiencia a un lugar que forma parte del imaginario colectivo de millones de personas. Atocha es historia, es presente y, ahora más que nunca, es futuro.
Trabajar en Atocha es ser parte de algo más grande: una infraestructura que ha impulsado el desarrollo de Madrid durante más de 170 años… y que hoy se proyecta hacia un futuro más eléctrico, sostenible y conectado.
Seguimos conectando el pasado con el futuro. Seguimos avanzando.